El desarrollo del lenguaje en la niñez temprana es un proceso que necesita la colaboración activa entre el salón de clases y el hogar. Como docentes, tenemos la responsabilidad no solo de guiar las actividades en la escuela, sino también de orientar a las familias para que refuercen lo aprendido en casa.
Aquí te compartimos cinco estrategias prácticas que puedes sugerir a los padres y madres:
- Fomentar conversaciones cotidianas
Invita a las familias a describir lo que hacen junto al niño durante actividades simples como cocinar o recoger juguetes. Esto amplía el vocabulario y da contexto a las palabras. - Establecer la lectura diaria
Recalca la importancia de leerle cuentos y rimas. Aunque el niño no lea todavía, la exposición a historias enriquece su comprensión y su imaginación. - Promover preguntas abiertas
Recomienda sustituir preguntas cerradas por otras que motiven a expresar ideas completas, como: “¿Qué fue lo que más te gustó de hoy?”. - Modelar escucha activa
Enseña a las familias a dar tiempo al niño cuando habla, evitando interrumpirlo. Esto refuerza la seguridad y la confianza al expresarse. - Incorporar juegos de sonidos
Cantar, imitar animales o repetir rimas son ejercicios efectivos para fortalecer la articulación y el reconocimiento de fonemas.
La alianza familia–escuela es vital. Mientras los docentes trabajamos metodologías en el salón de clases, los padres pueden ser nuestros aliados reforzando en casa con acciones simples, pero de gran impacto.



